martes, enero 17, 2006

autitos rojos y reflejos



El lenguaje espejea y parece inevitable verse en los ojos de los otros, las guaguas miran directo y parecen que te vieran el alma, pruebe usted a un compañero de especie a los 6 meses, impresionante!.

Y aunque parezca una boludez semántica, debo confesar ahora que no puede evitar encontrar la ciudad llena de autos rojos, cuestión que me provoca una olita en el plexus, pues el signo siempre esta en lugar de otra cosas y vaya a saber uno cuanto éstas mismas significan. La ausencia es el corazón de la representación y los aguijones metafísicos hacen abundar la escritura dice el cortazar.

Y Parece que no podemos preveer el futuro, ups como que eso lo vamos descubriendo varias veces, claro.

Pero bueno, parece que a propósito de juicios de realidades, la cuestión no es sólo que haya que apoyarse sobre piernas y pies sino estar en ellas y ellos.


autitos rojos, que me decis cosas...

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

el silencio, la ausencia, están llenos de sentido, una vez que lo que llenaba, la presencia, ya no está.

asi, la ausencia aparece como negatividad(-)frente a la presencia (+). desde este punto de vista, la presencia y la ausencia, son ambas caras de la misma moneda.

y el objeto autito rojo aparece como signo del sujeto -distinto al subjecto, en este caso, marcelo-.

la ausencia del sujeto hace que el subjecto se sienta mal, pues es está atrapado en el otro, parte de sí ya no la conserva y la va cargando un sujeto arriba de un autito rojo recorriendo playas y ciudades.

¿cómo resuelve el subjecto este dilema?
bueno, para cada problema, siempre hay muchas posibilidades de resolución, lo que importa es preguntarse, ¿cómo me dejé atrapar? y aquí debo decir, que me parece que la peor manera de dejarse atrapar es mediante el arrepentimiento, y sobre todo, de aquello que no hice. desde esta mirada, más vale darse que no darse.

12:59 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home