jueves, diciembre 29, 2005

El enamorado”, dice Barthes, “es el semiólogo salvaje en estado puro"




Se la pasa leyendo signos. No hace otra cosa: signos de felicidad, signos de desgracia. En la cara de los demás, en sus comportamientos... siempre al acecho de los signos.









Y la ausencia es el motor de la experiencia y la semiótica amorosas.
Así es pues,


Pero yo opino que Beethoven...

1 Comments:

Blogger Araceli Casanova said...

mmmmmmmm, una Amelie....eso es verdad...

12:17 a. m.  

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