martes, noviembre 29, 2005

En otras palabras


Si no se entendió, me refería a codificar, condensar, suprimir, proyectar semánticamente, observar micro/macro/super estructuras, mitemas y demases, seleccionar lo relevante. Operaciones que no son programables y que siempre tendrán pérdidas...

La vuelta al origen pue















Confieso que por este camino veo en estas tres últimas fotos muchas cosas comunes en relación a la tarea que dejé inconclusa: El interpretar.

El lector atento sabrá que estoy hablando de varios ítems al mismo tiempo, pero con el enfoque en la tarea que dejé: llámese pues la misteriosa experiencia de entender lo que hay que entender..

Sólo con el ánimo de cooperar con el telespectador una vez más, agregaría que hay algo entre los libritos atravesados de allá abajo, como pidiendo anillarse, y el mar compartido de allá arriba.

Paso a exponer las pruebas, sabiendo ya que el dictamen esta hecho y reflejado en nuestra foto alusiva:

Yo opino.., algo pasa con las diferencias, ellas se llevan todo el financiamiento hoy, la posmodernidad entre cosas, tiene eso como banderita/caballito de batalla. Saludable es pues armar el propio camino, que duda cabe. Pero la maravilla de la reflexividad tiene una trampa cuando abandonamos tempranamente el sentido común sin volver a él, cuando el ego se las da de reflexivo parece que nos alejamos de eso de allá afuera que somos nosotros mismos. Tarea para el ego. Nuestras ciencias tienen eso, sino miremos nuestros foros.

Barthes dice quizás a modo de lamento que no tenemos una ciencia de la exégesis, a mi no me parece que haya que hacer ciencia para estas cosas. Comparto sus disculpas cuando dice que se espera más de lo que se puede pedir a la 'ciencia del texto', incluso me provoca cierta simpatía cuando habla de lo que hace y no logra capturar todo ello, si bien siempre los esfuerzos serán agradecidos (me refiero al análisis estructural del relato, en: La Aventura Semiológica). A la hora de las síntesis, es decir, supongamos que el tiempo se acaba (buena suposición cuando uno quiere lo que desea), hay algo que yo despejaría de su explicación referida a la tarea del analista de textos sociales, de todo el andamiaje de conceptos yo recuperaría el esfuerzo por traducir el entendimiento. Sin ser megalómano, apuesto a que todo esta allí a la vista, que no hay nada oculto. La única tarea es despedirse de los fantasmas de otras lecturas. Sin fantasmas, todo se ve más brillante y claro. Soltemos, relajemos pues, que la hermenéutica llega solita.